La asociación Patito Reo diseña talleres con instrumentos y, con dos años cumplidos, busca ampliar sus bases con una convocatoria a músicos. "Aprendemos de ellos", sostuvo la presidenta de la entidad a AUNO-Tercer Sector.
Dulces melodías, la búsqueda de mayor integración y algo más. Es lo que la Asociación Patito Reo intenta trasmitir a través de talleres de música para chicos y jóvenes en situación de riesgo.
La institución utiliza el encuentro con la música como medio vinculante entre los chicos. En diálogo con AUNO-Tercer Sector, la presidenta de Patito Reo, Marina Luppi, explicó: "No lo hacemos porque nos hacemos los buenos, sino por la falta de acceso que tienen estos pibes; aprendemos de ellos". La Asociación realiza talleres de música una vez por semana en la sede popular Tedesco en La Boca y en diversas instituciones (hogares, comedores y paradores, entre otras). La metodología de trabajo que emplean consiste en visitar por un mes algún parador, ver si los chicos se "enganchan" con la propuesta, preparar y arreglar canciones. La idea principal es establecer un vínculo que muchas veces trasciende más allá de los talleres. "Muchos de estos chicos con el tiempo se transforman en amigos, con los cuales vamos a conciertos para sacarlos de ese mundo y que puedan experimentar todo a lo que nosotros tenemos acceso y como sociedad les negamos", comentó Luppi. Patito Reo realiza una convocatoria a músicos y estudiantes de música para conformar un proyecto de taller itinerante con el fin de generar un espacio de expresión y participación de los chicos. Además, solicitan donaciones de instrumentos en buenas condiciones. La asociación se conformó en 2008.
Muchos de sus integrantes ya participaban con la Asociación Amanecer, que trabaja a través del teatro con chicos de la calle. Patito Reo está integrada por músicos y profesionales de varias áreas, que no reciben ningún subsidio y no tienen filiación religiosa ni politica. Sus integrantes trabajan para lograr un lugar propio y obtener algún subsidio. http://www.auno.org.ar/leer.php/6225
Dulces melodías, la búsqueda de mayor integración y algo más. Es lo que la Asociación Patito Reo intenta trasmitir a través de talleres de música para chicos y jóvenes en situación de riesgo.
La institución utiliza el encuentro con la música como medio vinculante entre los chicos. En diálogo con AUNO-Tercer Sector, la presidenta de Patito Reo, Marina Luppi, explicó: "No lo hacemos porque nos hacemos los buenos, sino por la falta de acceso que tienen estos pibes; aprendemos de ellos". La Asociación realiza talleres de música una vez por semana en la sede popular Tedesco en La Boca y en diversas instituciones (hogares, comedores y paradores, entre otras). La metodología de trabajo que emplean consiste en visitar por un mes algún parador, ver si los chicos se "enganchan" con la propuesta, preparar y arreglar canciones. La idea principal es establecer un vínculo que muchas veces trasciende más allá de los talleres. "Muchos de estos chicos con el tiempo se transforman en amigos, con los cuales vamos a conciertos para sacarlos de ese mundo y que puedan experimentar todo a lo que nosotros tenemos acceso y como sociedad les negamos", comentó Luppi. Patito Reo realiza una convocatoria a músicos y estudiantes de música para conformar un proyecto de taller itinerante con el fin de generar un espacio de expresión y participación de los chicos. Además, solicitan donaciones de instrumentos en buenas condiciones. La asociación se conformó en 2008.
Muchos de sus integrantes ya participaban con la Asociación Amanecer, que trabaja a través del teatro con chicos de la calle. Patito Reo está integrada por músicos y profesionales de varias áreas, que no reciben ningún subsidio y no tienen filiación religiosa ni politica. Sus integrantes trabajan para lograr un lugar propio y obtener algún subsidio. http://www.auno.org.ar/leer.php/6225